19.9.13

La catedral: Una maravilla barroca

Refinada, equilibrada y armónica, la catedral de Chihuahua es considerada por muchos como la obra barroca más hermosa del trópico de Cáncer. Empezó a edificarse  en 1725, pero los trabajos se prolongaron a lo largo del siglo XVIII, El proyecto se debe al alarife José de La Cruz, quién también dirigió la obra hasta su muerte en 1734. Otros personajes se harían cargo de la construcción en las siguientes décadas. Pero llama la atención que aunque fueron muchos los que intervinieron en ella, supieron infundirle una notable unidad arquitectónica.


Su grandiosa portada principal es un ejemplo clásico del barroco rico. En el primer cuerpo, tres columnas y dos nichos decorados por finos relieves acompañan de cada lado al arco de medio punto de la puerta. Los relieves se vuelven aún más exuberantes en el segundo cuerpo, donde el juego de columnas, esta vez salomónicas y nichos se repite, pero a los lados de la exquisita ventana octagonal del coro.




En el tercer cuerpo, ya solo una columna del fuste helicoidal flanquea a cada lado el relieve central donde se encuentra San Francisco de Asís patrono original de Chihuahua. Sobre él está agregado un reloj y una balaustrada curva que remata con la escultura de un ángel. 

A los lados de la portada se yerguen las dos robustas torres de tres cuerpos para darle un aire simétrico y de gran elegancia.